domingo, 21 de mayo de 2023

ESCRIBAMOS POESÍA

 Conozcamos el proceso de hacer una poesía con ayuda de un escritor, ¿les parece?😊

CONOZCAMOS LAS PARTES DE UNA POESÍA

 Ahora conozcamos las partes que tiene un poema, recordemos que hemos observado ejemplos pero es importante conocer las partes que lo conforman:



Bienvenida

 Bienvenidos sean a este su blog de poesía, aquí podrán encontrar una constante actualización de poemas que sean de su agrado.

Para iniciar con la dinámica de este sitio, comenzaré una lista de las poesías que han sido del agrado de mis alumnos en el aula:

1. El gallo despertador, de Gloria Fuertes

Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.

El gallo Colibrí
era pelirrojo,
era su traje
de hermoso plumaje.

Kikirikí
Levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.

Kikirikí
Levántate labrador,
despierta con alegría,
que vienen el día.

Kikirikí
Niños del pueblo
despertad con el ole,
que os esperan en el “cole”.

El pueblo no necesita reloj ,le vale el gallo despertador.

2. Caricia, de Gabriela Mistral

Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...

Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar...

Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar...

El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.

Los ojitos que me diste
me los tengo de gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar…

3. Mariposa del aire, de Federico García Lorca

Mariposa del aire,
qué hermosa eres,
mariposa del aire,
dorada y verde.
Luz del candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
No te quieres parar,
pararte no quieres.

Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
¡Quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?

4. Así es, de María Elena Walsh

El cielo es de cielo,
la nube es de tiza.
La cara del sapo
me da mucha risa.

La luna es de queso
y el Sol es de sol.
La cara del sapo
me da mucha tos.

5. La noche tiene sueños, de Graciela Pérez

La noche tiene sueños
hechos con luna
y una ilusión larguidulce
que te acuna.

La noche tiene juegos
para acunarte
mientras mamá te mira
acurrucarte.

La noche está repleta
de maravillas
que siembran los silencios
en zapatillas.

Junto a tu asombro
recién nacido
la noche se hace niño
en nuestro nido.

Y brillan las luces
del mundo entero
cuando mamá repite,
hijo, ¡te quiero!

6. ¡Buen viaje!, de Amado Nervo

Con la mitad de un periódico
hice un buque de papel,
y en la fuente de mi casa
va navegando muy bien.

Mi hermana con su abanico
sopla que sopla sobre él.
¡Muy buen viaje, muy buen viaje
buquecito de papel!

7. Los ratones, de Lope de Vega

Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
—¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?

8. Canción del niño que vuela, de José Sebastián Tallón

El niño dormido está,
¡y qué sueño está soñando!
¿Qué sueña? Sueña que vuela.
¡Qué bien se vuela soñando!

Abre los brazos, los mueve
como un ave, y va volando…
¿Qué sueña? Que no es un sueño.
¡Qué bien se sueña volando!

En la cuna quieto está.
Pero sonríe, soñando.
¿Qué sueña? Que vuela, vuela.
¡Qué bien se vuela soñando!

9. Canción de cuna de los elefantes, de Adriano del Valle

El elefante lloraba
porque no quería dormir…
—Duerme, elefantito mío,
que la luna te va a oír…

—Papá elefante está cerca;
ya se le oye mugir;
duerme, elefantino mío,
que la luna te va a oír…

El elefante lloraba
(¡con un aire de infeliz!),
y alzaba su trompa al viento…
Parecía que la Luna
se limpiaba la nariz…

10. Ayer guardé el Sol en una caja, de Edith Vera

Ayer guardé el Sol en una caja
y el día se nubló.

Lo saqué entonces de la caja aquella
y el día se aclaró.

El sauce que lloraba,
rio.

11. Doña primavera, de Gabriela Mistral

Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.

Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.

Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!

Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...

No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?

¿Cómo va a encontrarlas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?

De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.

Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...

Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:

Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.

12. Crepúsculo, de Baldomero Fernández Moreno

El cielo azul
con nube blanca.

El cielo azul
con nube rosa.

El cielo azul
con nube de oro.

Y un pajarito negro.

13. El verano viene, de Aída Berenguer

Con el sol jugando;
corre, corre, corre,
corre, que te alcanzo.
El verano quiere
jugar con la playa;
corre, corre, corre,
que te moja el agua.
El verano quiere
jugar con los niños;
corre, corre, corre,
corre que te pillo.
El verano viene
lleno de emociones;
corre, corre, corre,
que ya hay vacaciones.

14. En el día del cumpleaños, de Germán Berdiales

1, 2. 3,
4, 5 y 6
es la cuenta, larga cuenta
de mis años.

Si la saco
con ayuda de los dedos:
Tengo 1, tengo 2 y tengo 3,
tengo 4, tengo 5 y… ¡Falta el 6!

Porque tengo tantos años
que esta vez
no me alcanzan los deditos
de la mano.

1, 2 y 3,
4, 5 y 6,
es la cuenta, larga cuenta,
de mis años.

15. Otoño llegó, de Gloria Fuertes

Otoño llegó, marrón y amarillo.
Otoño llegó y hojas secas escampó.
El viento de otoño sopla soplará,
con las hojas secas me dejan jugar.

16. La rama, de Octavio Paz

Canta en la punta del pino
un pájaro detenido,
trémulo, sobre su trino.

Se yergue, flecha, en la rama,
se desvanece entre alas
y en música se derrama.

El pájaro es una astilla
que canta y se quema viva
en una nota amarilla.

Alzo los ojos; no hay nada.
Silencio sobre la rama,
sobre la rama quebrada.

17. Sol de invierno, de Antonio Machado

Es mediodía. Un parque.
Invierno. Blancas sendas;
simétricos montículos
y ramas esqueléticas.

Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en un tonel pintado
de verde, la palmera.

Un viejecillo dice,
para su capa vieja:
«¡El sol, esta hermosura
de sol!...» Los niños juegan.

El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda,
la verdinosa piedra.

Temática: estaciones del año

Antonio Machado escribió algunos poemas referidos a las estaciones del año. Este, sin duda, es ideal para presentarle el invierno a los más pequeños, cuyos simbólicos versos evocan con nostalgia un recorrido por un parque durante un día invernal.

18. Caracola, de Róbinson Saavedra Gómez

¿Sabes? En esta bella caracola
viven los pájaros del mar.
¿Lo dudas? Ponla sobre tu oído:
¡La sentirás cantar!

Aunque tal vez… pudiera ser una guitarra
con un bosque de pinos por garganta.
Pero no… Escucha bien:
¡Es el mar el que canta!

19. ¡A la plaza!, de Miguel Moreno Monroy

Vamos todos a jugar
a la plaza del lugar.

Corremos, saltaremos,
cantaremos, volaremos.
—¿Muy bajito?
Alto, alto en el columpio
como vuela el pajarito.

Vamos todos a jugar
a la plaza del lugar.

Vuela, globo, sube, sube,
con el viento hasta la nube.
— ¿Despacito?
Ligerito, tan ligero
como sube el pajarito.
Vamos todos a jugar
a la plaza del lugar.

Cantaremos,
correremos,
¿saltaremos?
¡Volaremos!

20. Las cinco vocales, de Carlos Reviejo

Con saltos y brincos
Del brazo las cinco
Muy poco formales
Vienen las vocales
¿Las conoces tú?:
a, e, i, o, u.

A, grita que grita,
se enfada y se irrita
Y se va al teatro.
Sólo quedan cuatro.

E, llama que llama,
Se marcha a la cama
Con dolor de pies.
Sólo quedan tres.

I, chilla que chilla,
Se sube a una silla
Porque ve un ratón
Sólo quedan dos.

O, rueda que rueda
Sálvese quien pueda
Rodando se esfuma.
Sólo queda una.

U, muy asustada,
Se ve abandonada
Y se va a la luna.
No queda ninguna.
¿Las recuerdas tú?:
a, e, i, o, u.

21. La casa sobre el mar, de Clara Solovera

¡Cierra, niña, los cristales,
que se entran las gaviotas!
Acuérdate que esta casa
no es casa como las otras.

Que puede ser un fanal
que puede ser una rosa
de los vientos sobre el mar
encallada entra las rocas…

¡Cierra, niña, los cristales,
que se van a entrar las olas…
e igual como ayer la espuma
vendrá a salpicarte toda…!

Ayer se quedó entornado
el ventanal de la alcoba,
entraron las golondrinas
que iban jugando a la ronda.

ESCRIBAMOS POESÍA

 Conozcamos el proceso de hacer una poesía con ayuda de un escritor, ¿les parece?😊